Se lidiaron cinco novillos de Monteviejo, bien presentados. Buenos en conjunto, el tercero premiado con la vuelta al ruedo. El sexto fue un sobrero de Santa Teresa, de escaso juego.
Mario Palacios, ovación tras aviso y ovación tras aviso.
David Fernández, oreja tras aviso y vuelta tras petición.
Mario Sotos, oreja y ovación.
El primero de la tarde se revolvió en el capote y Mario Palacios no pudo lucirse. El de Monteviejo dio un serio aviso al novillero nada más comenzar la faena, mostrándose intratable por el pitón derecho. Planteó faena por el izquierdo y pudo sacar muletazos de mérito con decisión y entrega.
Palacios comenzó por alto la faena al cuarto, al que sacó a los medios. El novillo tuvo nobleza pero no estaba sobrado de fuerza y el cacereño lo entendió bien y le dio muletazos encajados por el lado izquierdo hasta que el animal comenzó a agotarse. Apuró todas la embestidas y terminó con bernardinas y manoletinas. Falló con la espada y se fue de vacío.
David Fernández recibió al segundo con dos faroles de rodillas y verónicas templadas que remató con media. También estuvo templado con la muleta con un novillo bueno de Monteviejo que le permitió dar buenas series tanto con la derecha como al natural. Buena faena del novillero de Cehegín, que remató de estocada desprendida y descabello para cortar la primera oreja de la tarde.
David Fernández se fue a portagayola a recibir al quinto, toreando con vibración a la verónica, conectando muy bien con los tendidos. Brindó al empresario Pedro Chicote y alcanzó buenos momentos con un novillo con calidad al que había que hacerle las cosas muy bien por estar justo de fuerza. Brilló más con la derecha y en un bonito final genuflexo. Hubo petición de oreja que no fue concedida y dio la vuelta al ruedo.
Mario Sotos se acopló y logró los mejores momentos con la derecha en su primero, ligando varias series de buen trazo. También lo intentó al natural con otro novillo que respondió muy bien en la muleta, pero fue en el toreo en redondo cuando alcanzó el mejor nivel de su actuación, logrando sumarse al triunfo al cortar una oreja.
El sexto fue devuelto y en su lugar salió un sobrero de Santa Teresa que llegó a la muleta sin fuelle y rajado. Lo intentó Sotos pero no había nada que hacer ante similar enemigo.
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